Exposición de Fernando Segovia
SUBLIMACIONES PICTÓRICAS DE
FERNANDO SEGOVIA
Hubo un tiempo en que la fotografía buscó acercarse a la trama pictórica, desde la intervención en los métodos reproductivos, en lo que se dio en llamar fotografía pictoricista, abundando en este sentido el asunto del paisaje como eje principal del proceso. Salvadas aquellas distancias que nos separan de aquel tiempo, la fotografía, cada vez más ha ido encontrando su ubicación dentro de las artes plásticas con autonomía propia y principio en sí misma como fenómeno artístico.
El maridaje de técnicas, fruto del afán investigador inherente al artista, llevó a la fotografía a formar parte dentro del ámbito pictórico, situando esta disciplina en el terreno de los hallazgos que agregan componentes para la evolución. El límite de su uso venía y viene propiciado por el discurso del autor en la justa dirección que imponga su ideario.
En este sentido, y sobrepasando los límites a los que estábamos acostumbrados, nos llega la obra de Fernando Segovia (Salamanca), un autor de larga trayectoria pictórica a través de propuestas estéticas derivadas de composiciones fruto de naturalezas distintas ocupando trabajos anteriores, que ahora nos sorprende con un magnífico conjunto de piezas en las que la pintura es argumento para la fotografía.
Podría pensarse que estamos hablando de un autor que, de alguna manera, fotografía pinturas, pero no es así. El proceso es más
sencillo y complicado a la vez. Fernando Segovia compone obras dentro de la tradición pictórica y el colage, como paso intermedio, como vehículo de un resultado final que tiene su meta en la fotografía. Desde ese punto de vista, establece un giro en los modos, la pintura es un tránsito doblegado por la técnica que sobredimensiona su extensión y ofrece sus características de trama al conjunto, en la dispersión del grano fotográfico que nubla la nitidez y esfuma lo concreto.
Así el artista da un paso más dentro de su discurso, jugando con las formas de la pintura con término en lo fotográfico, sin mermar la factura estética de una pintura donde las referencias quedan en el terreno de las emociones y la representación es una ausencia permanente de apoyo evocador. Algo que no ocurre en estos trabajos puesto que la doble intervención a la que se somete la Idea, dota de referentes y propuestas el trabajo abordado en esta ocasión por el artista charro, que no es otro, a nuestro parecer, que la pintura como asunto y objeto de interés.
Juan Antonio Tinte
EL PUNTO DE LAS ARTES