En estas obras nada se ha producido de forma casual o sin intención determinada. La mano del artista, que sitúa una rama, una luz o un hueco en un lugar concreto, está guiada por un cerebro
configurado de determinada manera por una trayectoria de vida, de experiencia y de búsqueda personal. Esa conjunción especial hace que la inspiración y la creación se materialicen en estas formas
concretas, que no nos suenan a nada conocido, y que, trascendiendo su sólo aparente sencillez, se conviertan en piezas únicas”.
(Fragmento. Mª Jesús Ferro)