"HORTUS INCLUSUS"
Iraida Cano
Sobre iraida cano o el mundo en hibridación.
el arte, escribe derrick de kerkhove, es el alimento del hibridar. Iraida cano con su trabajo nos lo recuerda constantemente. gracias a ella las hojas de desconocidas especies vegetales, las celosías del oriente recóndito o los animales que devoraron la imaginación de nuestra adolescencia toman nueva condición ante nosotros. gracias a Iraida cano las distancias, los horizontes, las memorias, las iluminaciones y perspectivas adquieren una inusitada recombinación tal que todo queda trastocado, reorientado, contaminado de fragmentos de lo real tanto que parecen salidos de un film, de un catálogo de botánica, de un sueño, que tiene la virtud de dar nuevos campos libres a nuestro estrecho, metropolitano, vivir enjuto: somos gracias a cano más racimo, más disímiles, más huecos y hasta esponjosos, más fragmentarios y, por ende, más recombinables que nunca. somos todo y somos en todo. Sólo que esa sinfonía de ecos que el ya alargado trabajo de Iraida desvela nos aparece sembrado de granos, tesituras, vibraciones, soplos y hasta contenidas risas que hablan de una práctica que es "sampling", esto es muestra, sí, pero en asonancia, tal es la variedad de acentos en suave volatilidad que su trazo esparce y posa por doquier, tal el libre disponer de pulsos, arranques, sinuosidades, aproveches y hasta trampantojos que entran en conversación con ese ojo que, hijo de un hoy en modulación constante, ve pero ve ya oyendo, tocando, oliendo, tristando y hasta construyendo al borde de lo razonable. con todo, la hibridación que Iraida nos propone es una operación de volandas, nunca sus intervenciones andan preñadas de pesadas cargas de profundidad, algo hay en ellas de dejar volar, de travesura incluso. además son los suyos unos iconos con labia, romanceros, transparentes, de lograda asombrosa levedad y amplia respiración, de ahí que vengan armados, o mejor habitados de un don de arder bien prendido y aprendido, lo que no es moco de pavo sino canto de pájaro en primavera. Pues el trabajo de Iraida canta y reclama a voz en grito libertad de asociación y baile, postula banquetes de escarceos mil y todo un arsenal de contactos a realizar por cada quien cómo y cuando uno decide. un intervenir el de iraida de asentimiento y cercanía, un obrar el suyo libre, sea de toda afectación sea de cuál séase domesticación, tal como ella es y tal como quienes estamos cerca le pedimos que continúe siendo: talismán que rehuye toda turbiedad, delirio o amaneramiento.
Llorenç Barber. Músico.